EL VIAJE DE MAMA A HOUSTON, TEXAS
Mamá,
siendo joven, tuvo una de esas grandes oportunidades que la vida da y que
quizás suenen a aventura para una joven veinteañera, allá por fines de los 50’.
Egresada del colegio secundario y ya profesora de inglés tuvo la posibilidad de
ir a estudiar y trabajar a Estados Unidos.
El padre de una compañera de estudios, ingeniero
de profesión, había obtenido un ofrecimiento laboral para radicarse en Houston,
Texas, siendo este hecho definitivo para que mamá fuese invitada por su amiga y familia a instalarse por
allá.
La
idea era aprovechar esa estadía, no sólo trabajar, sino también para estudiar y
perfeccionar su inglés en la Universidad de Houston, cosa que hará durante casi
3 años.
Muy
poco conocemos, sus hijos, de aquella aventura de juventud. Quizás algún novio americano
(dicen que se llamaba Thomas) haya roto el corazón de mi madre y decidiera
volver, lo cierto es que unos años después naceré bajo el asfalto de Buenos
Aires, hijo de padre Argentino y no a la sombra de una torre de petróleo e hijo
del susodicho americano.
Lo
cierto es que mi hermana y yo, y después de más de cincuenta años, decidimos regalarle a mamá un viaje a Houston,
queríamos que ella se reencontrara con esa juventud veinteañera y pese a su
oposición inicial, aceptó gustosa, sabedora del enorme esfuerzo económico que
ello nos implicaba.
La
Houston actual es infinitamente distinta a la que ella conoció en la década del
50’ pero sus rasgos principales aún se mantienen, en especial en las afueras
donde vivió. Mamá se alojó en un coqueto
Bed & Breakfast sobre Hazard Street del que habló maravillas, quizás hasta
fue lo mejor del viaje, ya que desde allí organizó su recorrida a la ciudad. Lo
que no pudo hallar, son a aquellos viejos
amigos a los que ilusoriamente planeaba encontrar. Eso si, tenía prohibida
por nosotros el encuentro con Thomas, pero bueno , es asunto suyo y nunca
sabremos si realmente ocurrió.
A
su regreso, las historias y los cuentos inundaron la mesa familiar, pero lo
increíble del caso es que observando las fotos del viaje de mamá y viendo las
de su hospedaje, recordé, que dentro de los proyectos que el grupo Marum (hacedores
de la puesta en valor del Hotel Boulevard Atlántico) tiene en la Argentina, existía un edificio
igual al de las fotos de mi madre y como
al que la empresa planeaba construir como obra nueva en Tierra del Fuego, las
Celera Suites. Las imágenes no permitían establecer un equívoco, eran idénticas. Pero como
era posible, dos edificios iguales a más de 14.000km de distancia.
Resignado,
y no queriendo encontrar respuestas al tema, olvidé el asunto, hasta que unos días
después me llamó mamá alborozada diciendo: ¡Van a construir un edificio
idéntico al hotel de Houston en Tierra del Fuego! Por un instante pasó por mi mente que quizás nos hubiera salido más
barato invitar a mamá a Tierra del fuego que explicarle la situación.
UNA CUESTION FINANCIERA.
La lentitud de las obras de puesta en valor del
Hotel Boulevard Atlántico son atribuidas en muchos casos a la dificultad de la
tarea a realizar, ya sea en el moldeado de balaustres , tratamiento de
superficies, etc, lo cual es cierto, son labores artesanales que requieren
tiempo. Pero, lo cierto es también que 2 o 3 personas son realmente muy pocas
para realizar tremenda tarea y el equipamiento de andamios y tablones, muy
pobre para semejante tarea, ya que debería cubrir la totalidad de la fachada.
Lo sorprendente del caso es que en la página web
del grupo inversor se promociona, en la página de contacto: “Estructura
Orgánica Proyecto Museo Argentina” . Las imágenes son harto elocuentes de la
magnificencia del proyecto, formas voluptuosas, aventanamientos alargados, casi
una visión futurista. Ahora bien: ¿ Es posible que el grupo inversor que
proyecta tamaña inversión no pueda cubrir económicamente la realización de la
puesta en valor del Hotel Boulevard Atlántico?
Pero más sorprendente aún es verificar que las
imágenes del proyectado Museo pertenecen a una obra realizada en Beijiing, China,
por Zaha Hadid, el edificio Galaxy Soho de 332.857m2 y 67m de altura, construido
entre los años 2009-2012.
Esta arquitecta de origen iraquí pero educada en
Londres es quizás una de las más importantes arquitectas del mundo, habiendo
recibido inclusive el premio Pritzker en el año 2004 por su labor, siendo la
primera mujer en recibir este premio. Recordemos que el Pritzker es el equivalente
en arquitectura al premio Nobel, por lo que emociona pensar que Zaha Hadid
planee realizar una obra en Argentina y que exista el capital suficiente para
poder realizar la obra y contratar a tan eximia arquitecta.
Esperemos entonces que el lento paso de las obras
del Hotel Boulevard Atlántico sólo tengan
su explicación en una simple cuestión financiera.
Parece que la publicación de mis cuentos anteriores ha
generado un cierto impacto en los desarrolladores ya que han empezado a cambiar
las imágenes de sus páginas. Obviamente la denuncia está hecha previamente a
esta publicación. Lo insólito del caso es que han reemplazado la foto del
contacto por otra también sacada de la web, más precisamente de “my
architecture design journal” de Irlanda. Por lo visto seguimos con las mismas
mañas…
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